Jose Carlos Villarejo García

ARTÍFICE DEL GUADAMECÍ OMEYA

Córdoba, España

HISTORIA FAMILIAR , MUSEO Y PROPIA

 

Este artista guadamacilero nace en Córdoba (España). Movido por una fuerza irresistible por el mundo de la belleza y del arte desde la niñéz, se forma en la disciplina de la decoración de los Cueros de Córdoba al lado del maestro y tío suyo, Ramón Garcia Romero.
El arte realizado por Jose Carlos Villarejo García, artista de cordobés de 1980, es el único en el mundo, aprendidó de su tío, Ramón García Romero, la técnica del guadamecí califal, reconstruida a través de los libros después de estar perdida durante siglos

Se trata de una técnica ancestral con la que trabajar el cuero, tan exquisita y lujosa que de ella se sirvieron los califas para mostrar al mundo el esplendor de su poder. Perdida durante siglos, borrada en la niebla del tiempos y los hombres, la recuperó en el siglo XX un artista viajero y bibliófilo, el ya fallecido Ramón García Romero. Y hoy vive gracias a la labor artística de su sobrino. Jose Carlos Villarejo García, que desde niño sintió una poderosa atracción por este minucioso trabajo. De esta forma el guadamecí del Califato de Córdoba regresó a nuestro tiempo.

Esta labor de investigación y recuperación de ambos artistas conformaron un nuevo museo único en el mundo, situado en la ciudad de Córdoba (España), dedicado a este arte suntuario nacido en la época de mayor esplendor de los omeyas (siglo X); es la Casa Museo del Guadamecí Omeya (exposición de Ramón García Romero y de Jose Carlos Villarejo García).

Desde el año 2006, Jose Carlos Villarejo García, artifice del guadamecí crea y toma posesión de la dirección general de su museo, un centro cultural, artistico y de interpretación especializado en la ordenación, protección y difusión de la técnicas omeyas en la decoración de los cueros. Siendo uno de los objetivos personales la divulgación de dichas técnicas y patrimonio heredado de Al-Andalus en el marco internacional.

"Entre las artes suntuarias que destacaron en la Córdoba islámica sobresalió el Guadamecí, obras genuinas repletas de colorido, brillo y espirituyalidad..

Se caracteriza por la billantez, el colorido, la profusa ornamentación, el ferretado y, siempre una evocación al Paraíso"

VISIÓN ACTUAL DE LA OBRA PERSONAL

Para Jose Carlos Villarejo García su arte del guadamecí omeya es una oración contínua, llena de luz que sufre entre ramas y hojas de plantas dicinas, noches oscuras: que asciende, através de un laberinto simétrico, hacia el Jardín Eterno.

Este guadamecí del Califato es un espectáculo de formas que desemboca en belleza y en la Belleza. es un encuentro con Dios, tanto al créarlo, como al contemplarlo.

Su guadamecí omeya es la milenaria búsqueda de la transmutación de los metales; de conseguir el oro, la riqueza, el poder, uno de los grandes sueños del hombre. El guadamecí es esa pieza de cuero plateada que se cubríua de pintura de dorada, y que la realizaban en la ciudad de Medina Azahara los alquimistas como recuerdo de los afanes de sus antecesores, pero era pintura de oro sobre plata.

"El guadamecí es la constante búsqueda del hombre de la riqueza en la tierra y de la espiritualidad que alcanza en el cielo".

 

INFORMACIÓN TÉCNICA

El guadamecí como técnica se dice que nació en la ciudad de Ghadamés, allá por el siglo VIII, como tratamiento exclusivo de los cueros a los que se doraban o plateaban. Esta artesanía se vio superada en el siglo X en la Córdoba omeya, gracias a la alquimia de los cordobeses, sufriendo la piel de oveja una transmutación, pasando de ser artesanía a arte.

Estas obras de arte sobre piel plateada se caracterizaban por la brillantez, el colorido, la profusa ornamentación, el ferreteado abusivo (punzones con relieve toda la superficie, sin dejar parte plateada libre, una técnica que nació en la capital del Califato para decorar los muros de los estancias nobles de Medina Azahara, que deslumbró a las embajadas de los reinos de occidente y de oriente, convirtiéndose en fastuosos regalos reales y en objeto apreciado por los poderosos, que reclamaban el guadamecí de Córdoba para embellecer sus estancias.

"Lo más característico de estos guadamecíes de la Córdoba omeya eran los dibujos vegetales o de animales permitidos, árboles que introducían sus cúpulas en el entorno del Paraíso, caligrafía cúfica que proclamaba la grandeza de Dios y color, mucho color"

CONTACTO

Jose Carlos Villarejo García
ARTÍFICE GUADAMECÍ OMEYA
Córdoba, España

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